¿Con qué alumno te gustaría estar en clase para hacer los deberes y trabajos? ,¿Qué compañero de la clase te gustaría tener como
amigo? , ¿Con quién no querrías estar en clase ni ser su amigo?
Estas tres sencillas preguntas proporcionan al docente el punto de partida para la obtención de una valiosa información para prevenir futuros problemas entre alumnos en el aula. Son algunas de las cuestiones que se formulan en los denominados test sociométricos o sociogramas, una técnica de evaluación diseñada para analizar las relaciones interpersonales en el aula, y que constituyen una herramienta muy valiosa y fundamental para partir de una correcta evaluación y diagnóstico del grupo, sus problemas y puntos de conflicto .
Todos los profesores tienen un conocimiento intuitivo de estas realidades, pero la aplicación del sociograma puede dar mucha luz para poder integrar en el grupo a los alumnos rechazados, para crear grupos de trabajo eficaces o para dirigir al grupo en una dirección u otra.
Imagen: woodley wonderworks
Introduciendo el tema la orientación sociométrica fue desarrollada por Jacob Levy Moreno (1934), autor de Fundamentos de la Sociometría (1954) , como una herramienta con fines exploratorios y diagnósticos, orientado a lugares de enseñanza y laborales.
En el “sociograma” el verdadero protagonista es el grupo. Se define como un método de acción profunda, que maneja las relaciones intergrupales y las ideologías colectivas de un determinado grupo social. Busca que personas aisladas en sus conflictos observen que no están solas, que pueden compartir su situación con otros que también tienen problemas iguales o semejantes. El encuentro y la interacción funden la experiencia individual y la transforman en colectiva. En el sociograma el protagonista es el grupo, todos y cada uno representan parte de su ser colectivo.
Con el objetivo de conocer el comportamiento, y el rol adquirido por cada uno de los integrantes de un grupo la aplicación de técnicas sociométricas se representa como una herramienta de gran utilidad. Con ella se podrán establecer aceptaciones, afinidades académicas, afectivas, y en última instancia nos dará información fidedigna y de gran calidad sobre la cohesión o no del grupo sometido a estudio (Castell, 1982).
Fuente : http://goo.gl/nkwzvV
La experta de sociometría en el aula María Antonia Casanova afirma en su libro “La sociometría en el aula” (1991) que «si se quiere actuar de manera social, con métodos sociales y con fines específicos de socialización, es imprescindible conocer a fondo, por parte del profesor, el curso que tiene entre manos, desde un punto de vista sociológico, y utilizar también métodos de este tipo para corregir los posibles desajustes de cualquiera de sus alumnos». Para ello será necesario conocer la estructura del grupo, y la mejor forma y la más sencilla de conocerla es, añade Casanova, la sociometría.
La experiencia demuestra que son precisamente los profesores que han utilizado esta técnica los que subrayan su eficacia y hablan de la gran cantidad de información que les proporciona, información que además les era con frecuencia totalmente desconocida e incluso sorprendente "curriculum oculto".
En la puesta en práctica de esta técnica hay que seguir el siguiente esquema :
1. Elaboración del cuestionario del sociograma a responder por los alumnos.
2. Aplicación del cuestionario.
3. Elaboración de las matrices sociométricas y representación de sus resultados.
4. Análisis de los resultados.
5. Decisión de los problemas a afrontar en el grupo evaluado.
En la siguiente entrada explicaré como realizar este esquema correctamente y las conclusiones que derivan de su puesta en práctica , os aseguro que en mi experiencia en dos colegios en el uso de la misma los profesores con los que trabajé mano a mano se sintieron muy sorprendidos por la información del grupo (curriculum oculto) que extrajeron que era completamente desconocida para ellos.
¿Os ha picado el gusanillo ? , espero que sí.